Imagen de tapa:© Electrografía de Luis Makianich

Versos200Putos

1ª PARTE.
Visiones masturbativas

Las palomas blancas
cagaron su mierda negra
sobre mis engranajes,
atascándolos.

Yo pelele, mesías comestible,
otra vez inutilizado, sin sentido,
con los pantalones bajados
ante el Leviatán del hongo nuclear

Prototipos sintéticos
de nuevo caídos,
el sistema ha fallado
y yo vuelvo a ver:
las cenizas del error
las cruces para suplicar
los versos para purgar
y una gran vomitiva universal.
¡Putativa madre!
Hecho demasiado deprisa
arruinado ante el tiempo,
carne reconvertida en metal,
un domingo negro
todos es carbón y aceite gastado
todo es inflamable.

Pared para estrellarse
llenarse la cabeza de chichones;
muro para hablar
y discernir lo que hay detrás
con ojos de hormiguero
y dos panes duros bajo el sobaco,
con erosión ósea de la razón
con eyaculación precoz.

Microondas cotidiano
calentura tibia de la piel
poza de la rata
alambre del escorpión
trampa del triturador
nuestro dios el as de bastos,
peste putrefacta de fosa común
hijos de puta al por mayor
subastando los interfectos de su interior.

Zona mutante
zona Friky
peligro biológico
terror radioactivo,
la amiga dolorosa
con su menú al gusto
en el restaurante estático
de los muertos muertitos.

2ª PARTE.
Jardín plastificado. Jardín de papel de aluminio

Jardín plastificado
jardín de papel de aluminio
qué más da,
sapo cornudo o crótalo
la llave de la misma fundición,
el paraíso es el muro dónde mear
es el escondite dónde cagar.

Llorar gotas de ácido
rezumar la resaca visceral
a golpe de martillo y cadena
hierofante dispuesto para el derribo
ante los albores quemadores
llegado al punto muerto,
el túnel fue manotazos a tientas
de la búsqueda de una nueva luz
que siempre cae
sino se pagan los recibos cartilaginosos
sino se pagan los impuestos quitinosos,
mañana será tarde y hoy también.

¿Cuéntame lo que ves?
aparte de carroña y necrófagos
¿Qué ves?
ella diría que a ella
pero su reflejo es cráneo descarnado,
lombrices o gusanos
arrastrándose entre los versos
después las manos se desharán en polvo,
¡hay que joderse!

3ª PARTE
Perjuro

Mi frente
es la resquebrajada fachada
de la Casa Usher,
sol negro
pentagrama de lujuria
la cabra ha llegado
a través de la oscuridad
desprendiendo su pestilencia animal,
se levanta a dos patas para repartir las cartas ojo
coro de cuerpos desnudos
hoguera del averno,
un buen lugar donde pasar las vacaciones
a crédito del más allá
porque más acá
sólo soy castañuela de uñas
maraca de huesos
mortaja de diseño.

Mañana ferrosa
cuando son las cinco
y el alienígena amenaza
¡Gilipollas te voy a agujerear la panza!
¡Y después te voy a mear!
B
uscaré pegamento
p
ara tapar heridas
p
ara tapar blasfemias,
r
osario en quiebra
p
atata de la luna.
l
a perra famélica
j
amón cambiado por tierra
p
an cambiado por piedra
s
iempre o nunca
p
alabras para terminar hastiado.

¡
Qué sacramento!
R
ezando y ejecutando
c
on palabras bonitas
p
ara hacerlo todo bien
e
l valle de los muertos
n
o se ha de ver
e
nseñen mejor
p
araísos tropicales con códigos de barras.

F
rankenstein
de tornillos oxidados
de películas sin color
fronterizo y bastardo
escupido y expulsado
ojos de besugo muerto
culo de pólvora
perjuro y corte de manga
que salten las gallinas superficiales.

4ª PARTE
Metalúrgico

Esa espalda crujientita
para los amigos cuervo y buitre,
ese pene flácido
para dar risa y espectáculo gratuito,
metalúrgico monigote
puerta para unos pocos
salida de colector para casi todos,
caballos y perros en esqueleto
acompañantes del ballet cabrón.

Metalúrgicos cuernos
ego y precipicio subastado a pedazos de piel,
alas para caer
polvo de toda vida
escoria para tapar recuerdos
fragua para yunque ejemplo mártir
hielo para hacer muros
locura para acoger
sueños para crear tormenta
palabras para cagarse en todo
versos al por mayor.

¡Las venas caníbales
quieren más!
Una negra laguna líquida
de aislamiento cerril
de herético caos
y yo no sé lo que quiero,
agujas de coser de hueso
contar cucarachas
contar pelotillas de mocos.
¿Dónde estoy?
Muy lejos
allá donde acaba la poesía
donde empieza el pellejo
y las letras son púas,
allá donde dejé en el cáliz
mi sangre aceitosa
para evaporarse ante el sol.

El niño que miraba a los ángeles de la ceniza

El niño que miraba a los ángeles de la ceniza no sonreía...
observaba:
las llamas azules
a su madre incógnita
a otro adoquín de espejo y a la serpiente asfáltica.
¡Niño de la combustión!

A unos ángulos más allá de sus piernas
el hechizo que lo hipnotiza
con ojos de rata y nariz porcina,
el bosque retorcido es una hoguera
para la tentación
para el pasaje fosco
para ser luna oculta
para no pertenecer a nada.

¡Navegante de las lombrices!
Si buscas el punto cosmológico de tu carne
hasta allí se llega escarbando
con manos afiladas de pérdida,
es la lección que te hará sentir latir el hielo
y el rocío será sangre.

Cansado

cansado...
de tejer con manos sucias
o
con manos de alambre,
hidra bicéfala de mierda decepcionante.
¡Open de puentes hacia la desarticulación!
Agotado
por ese número de franquicia ad eternum... seis metros bajo tierra,
ante los telares a volver claudicar
con ojos de cristal ámbar extraídos
a fusta de risas asquerosas,
pico curvo de gaviotas como veneno
y veneno como colega,
¡teatro-osario de la cojera!
¡Así suelto los últimos residuos
de la bolsa de arena!
Mondongos personales

cansado...
las frases todas vienen con hoz
con hambre atrasada
para esqueleto de escaparate
y
escaparate como machete en selva Maya,
más palabras de velos
más...
la piel azulada se cae encima
necia y estúpida,
todo lo que es bueno
se deforma putrefacto
y
acabo cansado
de todo
lo que se deshace
en mis manos iceberg de Islandia
o
en mis manos de limosna de catedral gótica

Estoy loco

estoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoylocoestoyloco
Estoy loco
¡La guerra es inminente!
Sueño y pesadilla hermanos tercos. Cabezones. Verdugos.
Ganchillo para viejas emperifolladas
pipas holocaústicas para el cine de terror serie B.
Mi Jason. Mi Viernes !3.
Mis dientes podridos.
Tu sexo arácnido. ¿Podré escapar a tiempo de la negror?
¡Gloria a los hechizados!
¡Gloria a los colgados!
Oxidados vikingos de las huestes invernales.
Salmos pronunciados al revés
en el subsuelo alguien ríe a carcajadas enlatadas
y se da con los cuernos en el techo.
¿No tienes nada mejor que hacer?
Sí...
Pasear con la Muerte
tirarme pedos en público
comer sin cubiertos
hacer autoestop hacia la luna
sacar las cartas del Tarot al revés
amamantar a la jauría espuria
garabatear mis ojos...
Sí...
Míster Cero
hacia el albur de mantequilla
voces de nadie
con el manido veredicto,
La Cosa del Pantano
te presta su ciénaga en alquiler barato
¡Cojonudo!
Estoy loco...
no hay solución
denme unas correas
y
un poco de anestesia
para poder dormir en blanco.

Esquelética acta en dos parches

Primer Parche

Zamburiñas
anguriñas
latas de conserva babilónica
liposucción astillada con uñas de lémur.
¡Agradables zombis de goma arábiga!
Aquí pertenezco al círculo del óvulo eterno. ¡Y dedo fetal!
El cálculo de la fundición
a ser la torre dispuesta en ángulo de caída. Elipsis pancreática y síndrome bipolar ya son versos de la luna batracia.
¡Pero ascendamos un inicio de convencimiento a simio de manglar!
¡Levantemos un acta huesecillos para poder hacer sopa!
Comer a filete abierto de velociraptor,
uvas de la borrachera saturniana y dogal de la estratosfera,
caldero de tocino incógnito, ¡al fin desvélate!
¡Cómo abuelo al que conozco por tumba ibérica!

Con dialéctica nervaliana
y con cimitarra vallejiana
jilgueros de pijamas flaquitos,
por ahora tiro el cabezudo reloj al aceite de las perdidas.

Segundo Parche

Parche de pirata insectívoro
patapalo agüiscado
a comprender cada alfiler dadá
para ser monstruo de túnel.
¡Asusta con aire viciado a humo chocho!
¡Alcoi a bruces!
Puenting de mis amores
con hija de pinzas rumiadora de estrofas,
familia de dromedarios saharianos
dátiles de tormenta siroco
¡A la reina de bastos rogaremos!
Un trozo de día que no sea algodón y gasa a espuria de realidad,
que nos enseñe hojas de higuera como palacio de verano
¿Quién fue el primer huevo?
Salinos eslabones para la sed eterna
así que cuando no me ven, ¡les hago una peineta!
Y ahogo de flautista rústico
entre el coralino empedrado

¡Chiquilla deslumbra al sol
y déjame en el autobús de los argonautas
con mis desgastado pantalones vaqueros parcheados!

Kapitaclismo

Hay un ácido
que sale del hígado oscuro
al tiempo crudo
de alzar el vuelo acerado
toda desdicha,
¡qué venga la plaga!
Hambruna
langostas de la luna
penumbroso vates que declinan
cánticos resecos
alargan su negrura
con son de piano ruinoso
restos mal formados
de un sueño no-creado,
mil
cien mil
un millón
da igual la cifra
el número es luto
para tu risa fija,
para su desastre descompuesto
para las momias acartonadas
para los maniquíes embalsamados
con una mirada de hielo
hacia el otro lado de la hoz,
tu lado
tu corazón engastado
tu respiración plastificada
silencio como gotas de sangre
gotas de sangre como rubíes abisales
cementerio de elefantes putrefactos
falso azul de horizonte defenestrado
acrópolis de osamentas
perdición de los símbolos
por el camino numerario
páramo de libélulas anatemizadas.
Hay un tufo quemado
de vertedero al abrir la puerta péndulo
báscula del destino precocinado
¡Ofrenda!
Contador Geiger
melodía crujiente
crujientita,
Buda de la Risa deshaciéndose
paraje estático de palabras suspendidas
¡Ofrenda!
Nuestro dios colapsado
nos deje repelados
mientras nos hundimos
en el santificado gel
ansia del cataclismo incorporado,
quedemos como bebés incógnitos
sin posibilidad de gestación
a lomos de avestruces mórbidos.

Semillas de muerte y vida

1
Abre los ojos y cuéntame que ves
porque yo no veo nada,
como compañeros
mi novia la oscuridad
y el feto negro del odio.

2
A los cinco años contemplé la muerte
y quise con mis manos reanimar lo inerte
pero eran demasiado pequeñas.

3
La umbría del perro
me alcanzó con su puntiaguda soledad
desde los principios de mi existencia
en las espinas del rosal seco.

4
Una mirada asolada de ella
me bastó para fallecer
inmerso en el telón de peltre

5
Besos amargos y de plomo
las alimañas se erizan
ante mi paso errático.

6
Tengo un viaje a seguir
entre las palabras inertes
y las lágrimas tan duras
como los huesos que acarreo con desgana.

7
El infierno cornudo
siempre ha de ofrecer una botella de alcohol
que arrase la memoria
que construya el vergel espurio.

8
¡Demonios! ¡Demonios!
Gritan,
¡ángeles! ¡ángeles!
Gritan,
pero yo ya desde tiempos inmemorables
me meaba en las esquinas.
9
La muerte es fácil
la vida es fácil,
lo difícil es mirar los añicos del espejo.

10
Santos hierofantes
se empañaban en desvirgar mis venas,
pero yo ya era una rata voladora inmune a la ponzoña
portadora de la rabia callejera inflamada.

11
El amor se busca hasta que se pudre
y una muesca se añade al rostro
de la sonrisa de pegamento.

12
Un amanecer azulado aparecí ensangrentado
a través de la insania rojiza
que me transportó a la visión menstrual
de un principio repetitivo de tus dones.

14
Aquellos ojos redondos
eran tan enormes como cualquier pasado,
olivíferos destellos para detener cualquier eclipse.

15
Manos acartonadas de vate
con regusto de sangre en las encías,
¡quemen estos legajos!

16
En estos sueños me pierdo como momia sin sarcófago,
esta noche y las otras,
esas noches que inyectan alquitrán.

17
Vuélveme a besar con hiel de amnesia
clávame las uñas,
atraviésame con tus duros senos.


18
Cognición
desesperación,
venus con brazos implantados
con caricias por horas.

19
Esa sonrisa en labio partido
me queda como brasa
cuando volvía a creer en esta sociedad.

20
Suciedad
es lo que veo esparcirse como hollín
que no se puede blanquear
ni por el mejor charlatán.

21
¿Hay noche?
Y si no la hay, me la imagino
con estrellas de cinco puntas
con lunas cuadradas,
¡la hora radioactiva!
¡La barraca de los fenómenos de feria!
Lenguas bífidas
para chupar los restos.

Hasta luego... mi querido sol.

La muerte hace autoestop

La muerte hace autoestop y le para el luchador enmascarado,
todo está mas negro que mi chaqueta de cuero
y una tras otra tras otra tras otra bomba
forman gibas en el cielo enfermizo
para buscar cráteres de heridas
en un descenso seco de quebrantahuesos.
Una tras otra tras otra otra otra.

¿Quién compra? ¿Quién vende?
¡Quién machaca lo cadáveres
en su mortero de avaricia!
¿Quién construye los artefactos de la muerte?
Pon tu mano disimulada para recibir el pagaré
mientras detona la carcajada nuclear,
ya las alimañas se conformaran con los restos
con las grietas
con las sombras.

¿Y ahora?
A danzar la ruleta de la suerte
en la tierra reseca y minada,
a bailar el compás de los mutilados
y de los del ataúd incorporado,
una tras otra otra otra
¡hasta que todo reviente!
Y de las entrañas brotará
tanta mierda que hasta la propia muerte se ahogará
ante nuestras caras impasibles de noticiario.

¿Quién nos vende?
¿Quién nos raja a filo de bayoneta
el poder tener sueños propios?
¡No pierdas de vista el horizonte!
Raíces foscas ya están listas para cubrirlo.

Páramo devastado

Grietas para soñar
tras el rastro humeante
de los sentidos. Amputado destino de una misa de hierro oxidado empeñada en clavar sus cuernos en todo aquello que es real.
¿Verdadero?
Rodillas en el suelo
cansado cansado cansado cansado,
pasando las palmas por los restos. Una risa involuntaria a coro de máscaras funerarias. Has de llorar seco nuevamente.
Demonios a go-go
eslabones de gelatina en el avernal atolladero.
Demasiadas sombras para un solo cuerpo
una sola envoltura
un único caparazón.
¡No esperes la lluvia!
No te encomiendes a tu base carbonada. Surca este erial acabado. Hacia delante. Hacia atrás. Hacia la quiebra. Vierte lo que no quieras y cruza las pagodas de los lotos marchitos.
Atraviesa las columnas dóricas inclinadas. Ve más allá del naranjal quemado.
Sin preguntas a ti mismo.
Cojera.
¿Quién va a ganar?
Tú no.
Has de jugar con la vergüenza. Has de bajar la cabeza de celofán.
Rinde tu sangre.
Parte tus vértebras. ¡Qué se oigan sus chasquidos!
¡Sapo escupe!
Da la bienvenida al ojival nefasto. Déjate traicionar por la rambla de los argumentos de las raspas de los muertos.
¿Quién da más?
Atrás el mal. Enfrente el baile de los malditos.
La noche de la indefensión ya está cortada. Pegajosa. Petroleada.
Tributo.
Vuela hacia el plomo. Corre entre la bóveda ficticia.
Y así quedes en este páramo devastado.

Sexo camino sexo

Sexo que despierta. AMANECE. Retuerce. Entrocaaaaa
en la Atlántida de aguas templadas que abres
a filo rápido. Evanescente.
Sin dar aviso o aliento mondo a zarpa de columna vertebral,
columnata a placer derribado.
Reguero nacarado hacia la boca de un instante o corte fraccional o prehistoria que se deshace al momento... Te has de quedar sin nada nada nada nada nada nada nada.
Ablandado entre las raíces
al comienzo de una juventud que friccionas y maleas... Esa pared que rascas y que ahora es lechosa,
se atasca atasca el goce en el occipital,
¡se atasca la noche contra el azulado rompehielos de tu rostro!
La saliva se torna pegamento para cegar.

Esférica ensenada para anclarme o vararme, según otorguen tus ojos de pizarra.
Hacia un punto o hacia otro, sin saber si es hacia arriba o hacia abajo, sin saber por qué no quiero saber, caudillo del rozamiento.
¡Movimiento! ¡Oh caigo en la mima estática! ¡ O en el ritual liposoluble!
¡ O en la O!
Demonios
blasfemos
rocen con sus lenguas bífidas nuestros sexos
Sexo camino sexo.

Erótica plástica

erótica plástica
para las manos pajilleras
que buscaba a tientas
entre la maraña cableada
un nuevo icono de satisfacción.

un rayo de luz mortecino
baña la configuración
para esa pose de carne
vendida,
de pechos estrellados
de nalgas colisionadas
y todo lo demás
es una cerradura genital
un desierto-objeto
en el que se vende a impulsos de desolación.

¡Ay esa sombra sospechosa!
¡Tan itifálica!
La vergüenza y el bautismo seminal,
en las paredes hipercúbicas
el mesías sexual,
los ángeles pornográficos
inflados como ranas
abaratan los sentidos
para preparar...
leche condensada como discernir
engranajes como cuerpos
y ridículos mártires púbicos.

Anjel

Anjel
Sí con J
porque eres caído del reino de la ortografía
porque eres luz cegadora de rebeldía blanca
porque te van a volver dar una paliza a perro sarnoso
porque tus alas son la manipulación de su veneno.

¡Ay anatema a golpe de dedo fálico!
Harina corrompida alzada a los vientos de los mil ojos
una lágrima como rosa caída al invierno
las palabras vuelven a ser el obituario en tu contra de santos santitos.

Anjel
Sí con J
porque eres el Jorobado abovedado a estigma
porque eres el Jamelgo de las moscas envolventes
porque eres el Jodido de turno
porque eres el Jaspe que debe sangrar .

¡Maldito poeta!, que no poeta maldito

Una espina al despertar
una raspa al dormir,
de los tiempos flamígeros
licántropo pálido o tonto perdido
del colapso universal de carroña.

Herrumbroso barco fantasma sin puerto
nocturno y escabroso.
Boya poema de carne cruda rosada
dedos congelados
de una vejez pétrea demasiado fulminante
demasiado aceptada tan pronto.

Alevosas vértebras del claveteo
en el zodiacal desastre.

¡Maldito! Quisieras tú con tu lengua peluda
con tu cansancio agarrado
como mancha de café.

Quisieras tú, punto solar negro
radioactivo y fosforescente en la discoteca
de las hembras cefalópodas
de la risa vertical
y del camino decorado barroco
de una película de la Hammer.

Yunque y martillo del carnaval
de los nichos impuestos.

Y te quiero contemplar, aun que me veas fofo y pellejo
con voz entre cacofonías ,
llama al timbre y no lleves llaves tortas.

Un silencio de lagarto como hiena
hiena como mantis
mantis como cultura infecta.

Regalos vacíos globos, aire de eructos
en los bosque talados
pensamientos adobados.

Enlatado o enlutado, con cara y orejas porcunas
en ¡Oink, Oink, Oink!

¡Maldito, maldito! , no más que un churro
cartílago colgante.
¡Qué vida!, de sapos cornudos.

Yo, el grietas
yo, el grano arenisco
yo, el esquinas para esconderme
yo, el pozo poético.


Escuchado por mí y por mi réplica de barro y papel
de hilo y plástico
de sapo y ciempiés.

Murciélago orejudo, zorra voladora
planeando sobre la llanura de cráteres hongo.

Sé lo que hice si me lo cuentan
yo, el babas caracol
yo lerdo de arpa sin arpa.

Cuerdas cartilaginosas, correosas en las huellas quemadas
yo, el borracho en la calle inclinada.

Gruño como perro, escupo como sapo
vuelo como cuervo
veo llamas del desastre universal
de la escritura guillotina
de la escritura potro
de la escritura danza de hierro
de la escritura 9 colas de gato.

Barroco en cuadro picado ululante
sargazo a los pies, escupitajo a la cara.
Rey del baile de los locos
patrón de misas negras
ella me sabe salvar
con un poco de salitre
con un poco de azufre.

La cuesta hasta casa
de campo minado en albores
la cuesta como corazón en vivo
como nervio de ramas.

La cuesta como excusa para no hablar
erizado y encrespado y antisocial.

Volviendo a cagar donde no se debe
obtuso de los cubos de basura
reincidente de los huesos, sospechosos de los cráneos.

Huellas de cojo a mediodía de bromo
a la madrugada fungosa
a los ladridos que son mi nuevo lenguaje
a los chotos y los machos cabríos
a los campos con acequias de sangre y cebollas
y al hambre que dejan los talones tras de sí.

¡Sí, sí, sí! Hambruna para todos
los inocentes de ojos incoloros.

Relincho como caballo en la guerra
que va a recibir mordiscos, flechazos
estacas y lanzas
mocos y babas.
Relincho entre asfaltos calientes como víboras al mediodía
y letanías de bizcos.

Galletas caducadas
arrugadas en las bocas resecas
en los aceros del Alcaudón clavados.

Parido sin permiso
estirado como chicle
hasta la falla.

Perro sin perra
con el falo colgando en el aire del destino
encallado en el cementerio de las ostras.

Te vi en las entrañas
ojo humilde
con un dedo chupando
ojos de la vida de la rueda.

Retorno helado del ártico
del paseo en silencio
cuándo hablo tan poco
cuándo pierdo ya el habla.
Cuándo ya no sé hablar
repudio de la seca sombra de la mosca.

Yo vivo en un cubo
de dientes cariados
de milagros plastificados.

Demasiadas ranuras para acabar conmigo
para terminar tonto
o bobo pelado de uñas negras
de costras.
Reino de palomas torcidas
de hilos prisioneros
camarero de la comida caducada
y del día a día humeante de fuego de neumáticos.

Salir corriendo por tres patas
de la raya persecutoria, de un límite u otro
u homóloga sonrisa
¡Uh, uh uh!

¡Pecadores! De rezo lascivo a una virgen con cuernos
al sexo de latón
al dios rajado
túnica de la devastación
del mundo fracasado individuo por individuo
al himno de la ceniza y del poliéster.

Juntando cartas del Tarot a conveniencia
salida de los arañazos del enterramiento vivo
del desastre ecológico de mis intestinos
lector de hojas de esparto
el perro me ha meado
polvo de álbumes de fotos
catacumba danzarina
el sello de la compulsión de mi culo
el gran ano mundial reparte excrementos.

¡Tábanos, tábanos!, salen de las poesías
son las letras disléxicas
son las hostias que me doy en la cara
al querer aplastarlos.

El rabo agachado y marchito
mis padres allá en el horizonte ferroso.

Intentando no repetir rayados
yo, el intento de hombre-lobo.
¡Tú!, pequeño corazón rápido
en la caverna calefactora
en el sueño de los líquidos.

Yo, ¡maldito escribano en vano!
en sucesión cruciforme.

Segunda piel del océano fosar
saltamontes de púlpitos
langosta de plaga acristalada.

Sin querer en el largo poema
metido hasta el hocico y hasta el fondo
la cosa de perder dinero
es cosa de mandíbulas perturbadoras.
La cosa está muy mal, Carlos,
dijo la langosta apoyando su bastón
con ojos de destino lechoso.
Llamemos a los ángeles putrefactos
que descompongan lo que queda de carroña
de los cadáveres del testamento.
Que se reparta enfermedad para canjear vacuna
toros del sacrificio de cuarzo
playas de la trituración
veneno rígido es la realidad.

Realidad, ¡puto de vista!
La realidad bandada de pájaros sin alas en cielo sintético.
La realidad de flemas.
La realidad como modelo de huesos de pasarela.

Mar de lodo como esponja para ideas perdidas
otro surco de la grieta racional.

Otra espalda sin espina, otros ojos inyectados en sangre
otra sonrisa al alba sin luz.
Jirafas peladas de la tierra quemada
como eso días en que soy tizne.

Causa de alarma

Causa de alarma
fugaz como la explosión
termonuclear
que se engendra
en los ojos muertos
de una maldición
tan antigua
como las mentiras
de las... que estoy hecho.

Recoger
el polvo y la ceniza oscura,
aguardar
la hambruna de esta catástrofe
y no saber dónde está
el cielo
sí es que lo hubo.

Corazón
de un punto sin retorno
si en el camino se funde
el osario
de esta perdición
que otorgo
al abrir las manos ruinosas.

Escuchar
el silencio blanco
es la paradoja
en los pasos del páramo,
abatiendo
la razón repetidamente
para que no escape
hacia los pozos de alquitrán.

Quedarse
con una negativa ciega
como definitiva sombra compañera
para un mal viaje
hacia la perdición.

Innnfiernooo

¡Demonios! ¡Demonios! ¡Demonios!
La noche se quema con aceite sulfuroso
la luna se derrite como plomo de medianoche
los niños esqueléticos recorren los bordes abismales
de los cráteres humeantes de rojiza ceniza,
¡gritos blasfemos de rebelión!
Las fraguas heréticas diseminan sus golpes de yunque
en los páramos desérticos de la mentira,
lenguas de langostas se retuercen en plaga mórbida
sobre cruces calientes que se doblan maleables
al calor de la tierra obscura,
estatuas mesiánicas guardan el último silencio
si las lágrimas diamantinas las lloro
con puntas que cortan el sentido de la carne,
¡aliento del último dragón!
¡Cáliz de sangre negra! ¡Inocencia de tributo!
Si las lágrimas de peltre las lloro
con tormenta grisácea sin resurrección,
¿quién es el señor de las falacias?
¿quién es el mariscal del hambre represivo?
¡Demonios! ¡Demonios! ¡Demonios!
Ejércitos de murciélagos exiliados
ofrecen sus cálidos besos sangrientos
bajo la sombra del eclipse desarraigado,
¡los muertos observan con sus oquedades abisales!

Todos, testigos amarillentos,
los pasos de la escoria y del hueso mondo
a la umbría de las bañas anatemizadas,
¿o es que incluso habrá alma?
¿Quedará alma para pagar?
El ácido anacarado llega para disolver la libertad
la hora de la guadaña abate la bestialidad,
las factorías de las iglesias herrumbrosas
muerden con saña y ponzoña,
los 666 ojos espurios vuelven a mirar sin destino
la maldad juega al mejor predicador del engaño,
pira de las desdichas de la humanidad,
¡brujas y nigromantes a la hoguera!

La muerte es fácil,
el hierro al rojo vivo es fácil
para marcar lo que hay que eliminar.
Todos, legados de moscas mórbidas,
el imperio del látigo de las nueve colas
arranca el presente y el futuro de la carne sometida
el pasado es niebla humeante de dolor,
en la alevosa nocturnidad fui fugaz
sin tiempo de poder crecer.

La blanca dama serpiente

Las ciénagas paganas a la sombra del sol negro
están cubiertas por helechos de esmeralda
en las que un viaje más allá de las chimeneas resecas
están a un paso indeciso de la locura,
a unas manos suicidas que abran el velo arcano
que descubre la miseria de una raza medio moribunda.
¡Oh, la blanca dama serpiente!
Me conceda sus jeroglíficos y sus acertijos
al albur anaranjado de un mediodía inerte
al pasaje alquitranado de una medianoche enlosada,
¡ancestral sexo en la tierra del pecado!
¡Oh, la blanca dama serpiente!
Me conceda sus profecías
al ocaso de una hoguera con llamas que danzan
en el teatro de la fertilidad y la esterilidad.

¡Aquí están la ruinas para absorber sangre!
Sonámbulos plateados que escapan de la trampa
de unos sueños manufacturados
falsos campanarios derrocados en la soledad milenaria,
el gusano se retuerce en el bosque quemado.
¡Aquí está el beso con sabor a plomo fundido!

¡Y ahí estará esa nostalgia enclaustrada!
Ese clamor sirénido en la marejada de los sargazos,
en una playa de encuentros marfileños
con la espuma de la verdad y de la mentira
combinándose en lo que nace y muere,
¡por siempre! ¡Y por nunca!
¿te volveré a acariciar con alas irisadas?
¿te volveré a contornear en el infierno de la cera derretida?
Abrazos y lenguas bífidas de fuego, ojos y sexo lunares,
el paisaje muerto postindustrial vuelve seco a resonar.

Negra magia negra

El velo de los desposeídos
cubre con calma oscura
el país de los lamentos,
los reflejos deformes de la bestialidad
son la danza de las llamas frías,
¡negra magia negra!
Los soles derraman sangre
en el espinar de la hecatombe,
las estrellas muertas lanzan ecos
entre la siega de la desdicha,
¡recorre algún camino putrefacto!
¡Cruza algún puente agusanado!
¡No hay santos ni vírgenes!
Son todos pedazos purulentos a la sombra
de un rosal quemado.

La zona de los embustes
la guerra de las langostas,
el cayado de la miseria agonizante
la barita de la hambruna huesuda
el báculo de la destrucción masiva,
¡negra magia negra!
¡Pacto de la ceniza a conveniencia!
Para enterrar muertos testigos
para cubrir a los desviados,
niños que se deshacen como legajos ennegrecidos,
la esperanza se ahorca
en un árbol deshojado y enfermizo.

Panificado

Viento violento
me despojó de mis ropas
así que me cubrí de harina.

Rey de Escarabajos
jinete del estiércol
me echó sus pelotas.

Padre de barba blanca
dientes cansados
en el día plateado
de mi quiniela perdedora
1-X-2.

Cargado con las palabras
en sacos de entrañas
al golpe de estado de la locura
para no quedar solitario
entre pájaros plásticos.

Padre y padre nuestro-tuyo-mío,
tan solo alguna moneda
deja caer en mi chistera
de conejos imposibles con dientes curvados,
¡el dentista está muy caro!

Voló, es lo mejor
de mi abuela la mano
la voz baja
las arrugas surcos de huerto.

Del perro sarnoso
del perro olvidado
amigo por siempre.

Alcohol de mi tumba honda
licuador de mi tiempo-cuerpo
cabal de cabaña hermética.

¡Estira de la cadena!
da igual a donde vaya a parar
¡para, para! Panero a tus panes
yo a mis males
mis quinielas como exlibris.

Marido-padre-ama de casa-paseante de perro
escritor de bollería industrial poeta de ultracongelados
tejedor batido,
¡Panero gracias por la ouija!
Versículos
enjambre de moscas verdes
en el estiércol
alas de eclipse
zumbidos al puño y golpe
46000
la mañana no es fría
el frío soy yo.

Con hilos marionetinescos
descendido
en el parque agrietado
del señor que habla con los gatos
de Manolito el Buda iluminado
de heces y orines caninos,
alrededor de mi chaqueta y mis pantalones
portadores apenas de pellejo.

Estatua de sal amarga
ya te dejé en la alcantarilla de mi libertad
ya me dejé en el desierto
del que tanto hablo
del que poco sé.

Labios de alfileres
ya salté del acantilado óseo
con extensión de gruñido de perro
a ese Sol falso
a esa fetidez de mis pedos
recuerdos cangrejo
en página próxima paja.

Árido deshuesado
ya me partí en dos
para irme tintineante
crujiente entre campos de trigo reseco.

¡Oh Dios!
reparte tormentas
reparte algo más de moho
cansado está uno ya de ti
de tu carcasa hueca
mortaja de cuervos
o me voy triturando o tamizando o pelando.

Cómo ese camión de puercos
ya dados la extremaunción.

Coito agónicos
o las llamas de la escarcha
en varios de mis ojos
que son huevos duros
que son pozo de nevera.

Cierre nasal a mi peste rectal
a la peste universal
de la regla jaula
y de la jaula piel.

Pan bajo el sobaco
pan bajo el culo
recitar al hierro y al peltre
murciélago aplastado contra senos de porcelana.

¡Al pan, pan!
Hormigas oxidadas y herrumbrosas
de chimeneas de carbón.

Agua bendita de mente cuarteada
yo entre cadenas cadenitas
yo extinguido en luz anal.
yo hermético de fosa
malsueño maledicto mal de mal.

Un poco hacia delante amorfo
bobo
dogal de la lengua de camaleón
pansido
flor pútrida.

Hidalgo perdido y chamuscado
carne de pollo frito
hidalgo astillado
torcido o retorcido.

Lo hermoso
entre almendros y cadáveres.

Pan duro
migas de mí.

Así se acaba si se escribe demasiada poesía
con hambre y agujeros
arrugadas hojas
de mi tiempo roto
por el camino de los puentes
al borde de mis ojos huecos
la granítica espina dorsal.

Sueño pellejo

soy pellejo de rata
membrana de sapo soy
diminuto en la acera laberinto
cucaracha crujiente
descubierta por la luz

primeras estrofas de las bañas del demonio
crudo y pelado
testigo carbonoso del mundo

gula de los dientes
del esperpento y abandono
tierra quemada tras pies palmípedos
danzarín plasmático
de los templos de Baco
alzados y vuelta a alzar

gangrenado el último de la cola
el descalzo

es curioso
pero los viejos estáticos me llaman
el poeta
¿será acaso que paso demasiada hambre de garbanzos duros?
de niño escualo
de diablo orejudo
de sepia en la pescadería

hay días que se está arriba
y de repente se está abajo con ojos acantilados
mujer a latigazos
hombre raspado
homínidos de la gelatina

Mi sonrisa

Aroma de soledad
concebí siendo feto negro
y levanté a lo largo de los siglos
al paso del tiempo quebrado
hasta que mis ojos fueron cuarzo
mis llagas granito
y mis palabras pura tiniebla.

Las campanas doblan.
Las hormigas negras preparan sus mandíbulas
para podar la faz de los reinos
mi sonrisa gomosa
mi sonrisa nieblas

Cuerpo caverna de murciélagos
mi sonrisa aceitosa
el saco de las sonrisas
el saco de los quijales

Constructor de arena y de hielo.
Ella aparece entre la maleza,
la sonrisa me alcanza
como látigo medular
Ella aparece
mi valor deja la esquina ancestral

Despacio entre rocas.
Como oyentes pingüinos y ornitorrincos.
Despacio mis manos dan bendiciones al por mayor.
Despacio vuelan candelabros.

Con hambre y sed.
Las palabras se hacen puntiagudas
pero mi sonrisa se quedó donde estaba yo.
Yacido en la cantera

el menor sentido
es gran esfuerzo
dentro de la pasta por la que se avanza
mutaciones de la fundición fe

predicho, profético
como anuncio de compresas.

Silla de ruedas.
Arrinconada en el polvoriento desván.
Más allá de los surcos de mi abuela.
¡Madre!
Madre de todos los pecados
Madre de hinchadas ubres.
Cordero del fracaso sexual.
Cordero de las bandejas
de carne preparada

Miseria, la herencia

Una noche cualquiera
en un pellejo cualquiera
colapsado el sol
mi sangre es mi bebida amarga.

Y las palabras son mi perdición,
miseria la herencia
la risa del empalado
espantapájaros del nunca más.
Renegado del reflejo y de la imagen
basalto de la jaula
pozas abiertas para todos
peces grotescos de la huida
de la arenisca o de la ceniza
sin pies ni cabeza
buscando nuevos trozos de cuerpo
entre los restos de la fiesta apagada.

Hongo

Esqueletos de cuarzo
y un poco de sal
de aceite y vinagre.

Salsa de mayonesa no.

Ni ketchup ni mostaza.

El último día
es como una hamburguesa rápida.

Esqueletos de santos
y un poco de pimienta.

Risa de las risas
a la sombra del gran hongo.

Toda tierra es un borde abierto al vacío
en el que tomar asiento. Tickets a la venta.

El libro negro

El libro negro negro negro
de las páginas que aúllan
los nombres del fin de los finales,
carbón de una máquina de tren arrasadora
que se deja los sentidos en el punto muerto
justo en la esquina incógnita de los arcángeles.
¡Libro de la mierda!
¿Por qué te tragas mis palabras?
¿Es tú hambre con lo que me pagas?
Jornalero famélico
en un campo de plástico y cartón,
vértebras sin albur.

El libro negro negro negro
de una basa de alquitrán
para ahogarse sin salvación,
petróleo de la conciencia
humo cenizo para intentar volver a querer
en ese jardín pegajoso,
¡esas mujeres que amé a través de los túmulos!
Esos lapsos en que ofrecí más allá de cualquier mascarada,
esa piel que ya no era sintética
ese roce que era la arqueológica pasión corporal,
¡Sí, esos besos sin sabor a negror!
¿Dónde está la presión de tu sudor?

El libro negro negro negro
lentamente acaba con todo,
tus ojos zozobran en el aceite maléfico
mis dedos se separan quebrados de cualquier rosal,
el mismo necio vuelve a escribir
páginas que engullirán oscuridad

Acerca del autor

Acerca del autor

Biobibliografía

Escritor y poeta autodidacta, nacido en Alcoi, provincia de Alicante (España).

Confiesa estar influenciado por autores clásicos y modernos. Desde Homero a Henry Miller. Además de la Ciencia-Ficción, los medios audiovisulaes y el comic.
Ha publicado un poemario junto con Javier Arnau en la editorial Alfa Erdianai llamado Paraísos Cibernéticos: http://eridano.alfaeridiani.com/.
Este año ha sido finalista a los Premios Ignotus, de la Asociación de Ciencia Ficción española, a la mejor obra poética por Emociones Plasmáticas.
Contacto con el autor: daminsky_w@yahoo.es

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